¡¡Pío, pío, que yo no he sio!!

18:45. Todo organizado, Mediascalavera ya tenía las octavillas con las instrucciones preparadas para repartir y yo me dirigía al encuentro con ella en la estación de Principe Pío.

19:00. La línea 6 de metro cómo de costumbre iba fatal iba a llegar tarde y con el tiempo justo.

19.15. Llego a la estación de Principe Pío y me pongo el gorro de gato para que Mediascalavera me reconozca. Después de aguantar sus risas un buen rato, nos dimos una vuelta por la estación para ver si entendíamos las instrucciones.

19.25. Vemos un montón de gente en el punto de encuentro, nos acercamos de forma discreta, de la forma más discreta posible con un gorro de gato y un abrigo colorao que se puede ir.

19.28. Empezamos el reparto de las octavillas, "¡Me las quitan de las manos, hoygan!". A Mediascalavera se le acercan unos agentes a preguntarles qué pasaba. Les enseñamos las instrucciones, aunque se niegan a participar.

19.38. Después de esperar un rato por si llega algún rezagado, volvemos hacia la estación. Es esto lo que encontramos (vía Hitkaiser):
http://www.flickr.com/photos/hitkaiser/3039360206/in/set-72157609284415344/
http://www.flickr.com/photos/hitkaiser/3038549291/in/set-72157609284415344/

La gente ya se había colocado alrededor de uno de los fosos de la estación listos para empezar.

Mediascalavera y yo dimos una vuelta y finalmente nos hicimos un hueco. La verdad es que estabamos bastante nerviosos porque no se había presentado nadie más de la organización, por lo que nos sentíamos un poco responsables.

19.52. Después de un breve momento de indecisión, decido empezar yo mismo el espectáculo. Apoyo las manos en la barandilla y grito "PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!", mi compañero de la derecha hace lo mismo y así un par más hasta que ya no oímos a nadie. Vale, primer intento fallido. Vamos con el segundo. "PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!" y esta vez sí, el coro arranca y se empieza escuchar un PIIIII largo y grave que se aleja. Intentamos seguir el sonido, vemos como la gente se inclina en la barandilla y finalmente vuelve. Es la hora del "OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!"



20.00. Los pío pío inundan la estación, la gente se baja de los vagones y mira desconcertada hacia arriba. Un clamor sordo de PI's O's y E's satura el ambiente. La gente se nos acerca y nos pregunta qué hacemos. Unos policias nos vigilan desde lejos. Nos reímos y seguimos gritando. Finalmente alguien suelta "¡Ha sido ese!", la adrenalina se dispara y salimos todos corriendo escaleras abajo.

La verdad es que estuvo bastante bien, funcionó mejor de lo que esperaba. Eramos poquitos, pero seguro que a la siguiente se anima más gente. Espero veros en ella.

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